@Stephen Malkmus comparte nueva canción y lyric video, “Come Get Me”

Después del lanzamiento de los sencillos “Viktor Borgia” y “Rushing The Acid Frat” Stephen Malkmus comparte una tercera canción de  Groove Denied (disponible el 15 de marzo en Matador Records), la psicodelia de inspiración oriental (¿es una cítara?) “Come Get Me” y su lyric video complementario. A pesar del estilo predominante de sintes minimal de los 80 y las influencias industriales en gran parte de Groove Denied, “Come Get Me” se acerca un poco más a la zona de confort de Malkmus: “warped psych,” como el mismo lo describe, esa tradición avant-garage de guitarras sucias y grooves destartalados— excepto en este caso, es una persona pretendiendo ser una banda — pero la ilusión está lograda de forma magnífica en esta nueva canción que tiene soltura.

Cuando Stephen Malkmus apareció por primera vez en la escena a principios de los 90, como líder y fuerza creativa de Pavement, el área de música con la que se le asoció no pude haber estado más lejos de los sonidos techno-rave de entonces. La música electrónica para bailar, al igual que ahora, era sobre precisión post humana, texturas inorgánicas y claridad hiper digital. Mientras que el movimiento lo-fi del rock underground buscaba la estética desordenada, tosquedad y calidez cruda – cientos de sutiles tonos de distorsión y abrasión.

Adelanta al presente y aquí viene Malkmus con Groove Denied – el primer álbum solista de Malkmus sin sus secuaces, los Jicks,  desde 2001.  Creado usando Ableton Live, en vez de una sección rítmica humana, el arsenal de Malkmus incluyó cajas de ritmos, además de sintetizadores y efectos. Compara el proceso de construcción con la forma en que sus hijas “solían hacer a estas chicas en mi iPhone – eligiendo su color de pelo, vestidos, etc. Ese deslizar y mover intuitivo. Cortar y mover las ondas. Una forma de pensar al estilo Apple.”

Groove Denied agitará las nociones de lo que es Malkmus y sobre lo que es capaz. Pero viéndolo desde otro ángulo, su encanto con la tecnología de punta de hecho tiene sentido. Después de todo, el sonido lo-fi de los 90, no era más que insistentemente sonoro – todo era sobre el grano de las texturas de guitarras, sobre tratamientos exagerados sin necesidad y efectos que atrapaban el oído. Ruido por el hecho de hacer ruido.